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El descubrimiento
Era una tarde calurosa de verano, hace no más de 1 mes. Mi pareja y yo fuimos a visitar a unos amigos a Nuevo Baztán. Llevábamos tiempo queriendo ir, nos contaban maravillas de este pueblito de Madrid y por fin tuvimos la oportunidad.
Para nuestra sorpresa, descubrimos un lugar que parecía sacado de la Edad Media. Encontramos buena gente, mejor comida y una arquitectura propia de otra época y lugar.
Mientas recorríamos el pueblo, a lo lejos, divisamos una alquería. Entramos y nuestras sospechas se hicieron realidad: estábamos ante una joya. Los gruesos muros de esta bodega encerraban mucha historia, algunas leyendas y tinajas frescas donde los caldos reposaban con gusto.
Así es el Cuarto Lote, bodega histórica donde las haya, creadora de buenos recuerdos y merecedora de una visita. Y por cierto, a sólo 40 minutos de Madrid.
Nota de cata
Tempranillo 70%
Merlot 30%
Año 2018
Vid de 70 años
Clima continental caluroso.
Temperatura 16-18ºC
Graduación 15%
Barrica 5 meses
Color rojo picota brillante con capa media.
En nariz muestra una mezcla armonizada de frutos rojos, especias y ligeros toques tostados procedentes de la madera de roble francés.
En boca es un vino con cuerpo y, a su vez, amable y equilibrado, con un final largo y persistente.
DO Vinos de Madrid
Pese a que la DO Vinos de Madrid nació en 1990, en la capital y como ya ocurría en otras ciudades castellanas, ya existían los denominados viñaderos (oficiales municipales encargados de la custodia de las viñas).
Ya en el siglo XV, los vinos de San Martín de Valdeiglesias tenían el prestigio que les acompañaría durante los siglos posteriores. Todo se derrumbó con la llegada de la filoxera allá por el 1914, una plaga que acabaría con gran parte de los viñedos de Europa ¿Te suena Cowiner?
Hoy y después de mucho esfuerzo, las bodegas de la denominación están a la altura de los grandes vinos que se producen en este país. 4 subzonas con suelos y orografías bien diferenciadas componen esta DO que empieza a hacerse notar en el panorama nacional: Arganda del Rey, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y el Molar.
Como curiosidad Cowiner, esta es la única denominación de origen del mundo que coincide con el nombre de una capital del país.
Madrid y los gatos
Como buena bodega madrileña, Cuarto Lote ha etiquetado sus vinos con gatos negros. Para los más curiosos, os queremos explicar por qué se asocia este animal con los habitantes de la capital española.
Pues bien, el gato es símbolo de Madrid gracias a Guzmán de la Vallina. Allá por 1083, este soldado de Alfonso VI, Rey de Castilla, trepó cual felino por la muralla de Mayrit para permitir la toma de la fortificación musulmana.
Efectivamente Cowiner, Madrid era en su origen una ciudad musulmana más del territorio español. Os animamos a que busquéis el origen etimológico de la palabra.
